A la Alegría: ¿cómo fomentarla?

La alegría es el ingrediente principal en el compuesto de la salud

A. Murphy

La actual coyuntura de  Pandemia quizás no es el escenario ideal para celebrar el Día de la Alegría, pero los invito a reflexionar  sobre cómo el estar alegres colabora a sobrellevar de mejor manera las dificultades, sobre todo si se toma en cuenta que de afrontarlas con una actitud optimista de cara al futuro, estas logran convertirse en grandes oportunidades.

Las emociones positivas expanden el estado mental del sujeto, colaborando  a construir recursos personales duraderos. Son recursos intelectuales, físicos, sociales y psicológicos, estos son fundamentales para el bienestar emocional. 

Diferentes estudios evidencian que cuando las personas sienten emociones positivas, su pensamiento se vuelve más creativo, flexible y abierto a la información.

La alegría es una emoción pasajera que se manifiesta por medio de la risa o la sonrisa, aunque también es cierto que la alegría provoca manifestaciones de todo tipo, desde: llanto,  saltos, aplausos, bailes, hasta cantar, etc. Todas las personas la manifiestan de forma diferente. 

Realmente, la alegría es una emoción subjetiva hay  personas a las que les provocará alegría  leer un libro, ver una película. Y para otras, la alegría es hacer una buena caminata, estar con su familia, etc. 

A continuación describo algunas acciones que contribuyen cotidianamente a cultivar la alegría. 

Promover y fortalecer  los vínculos saludables

Vincularte con personas alegres mejora los estados de ánimo y esto se transmitir a las otras personas. La alegría se multiplica exponencialmente, así que te invito a compartir tú alegría para que más personas se contagien de este sentimiento, uno de los más hermosos que puede tener el ser humano.

Dedicar tiempo de calidad a las personas que quieres, cultivando una relación placentera y agradable, preocupándote por ellos y disfrutando con su compañía. Es importante ser amable con los demás, no excederse con la crítica (administrar la “crítica constructiva”) y mostrarse sinceramente interesado/a.

Algunos estudios determinan que las personas que tenían al menos cinco relaciones significativas en sus vidas tienen el doble de probabilidades de decir que se sienten muy felices y que tenían momentos alegres. Una relación significativa es aquella en la que puedes confiar en la otra persona, ser tú mismo y hablar sin miedo ni vergüenza. Además, tener amigos y compartir momentos de alegría con ellos es una de las experiencias más gratificantes que el ser humano llega a tener a lo largo de toda su vida. 

Practicar la gratitud

Las  investigaciones  sobre la gratitud  son relativamente recientes, y es conceptualizada  con varios significados.  En este sentido la vamos a definir como un proceso cognitivo, que implica atribuir significación positiva  a la acción o beneficio recibido (McCullough, Emmons & Tsang, 2002). McCullough, Tsang y Emmons (2004) consideran que la gratitud entendida como un estado afectivo, se manifiesta en tres niveles: 1) como una emoción, 2) estado anímico y 3) rasgo afectivo.  (Alarcón, R., & Morales de Isasi, C. 2012). 

Los beneficios de  practicar la gratitud:

-La gratitud contribuye a generar acciones positivas.

-Colabora a construir mejores vínculos. 

-Aumenta la sensación de bienestar tanto en quien la siente y en quien la recibe. 

-Ayuda a disminuir el estrés, la depresión y la ansiedad. 

Cultivar el optimismo

Desarrollar el hábito de ver el lado positivo de las cosas. No es necesario que seas exageradamente optimista; después de todo, las cosas malas sí suceden. 

Si no eres una persona optimista, es posible que te lleve tiempo cambiar tu forma de pensar pesimista. Comienza reconociendo los pensamientos negativos cuando los tienes.

 Luego, toma distancia y hazte estas preguntas claves:

¿Es la situación realmente tan mala o perjudicial  como creo?

¿Hay alguna otra perspectiva de ver y/o analizar la situación?

¿Qué puedo aprender de esta situación que luego pueda usar en el futuro?

Encuentra tú propósito

Las personas que se esfuerzan por cumplir un objetivo o lograr un propósito (ya sea cultivar plantas, pintar un cuadro,  cuidar niños/as,  ancianos  u honrar la espiritualidad propia) suelen ser más alegres que aquellas que no tienen dichas aspiraciones.

Tener un objetivo  o un propósito  proporciona un sentido o significado a nuestra vida, refuerza el  bienestar emocional y une a las personas. No importa tanto cuál sea tú objetivo, sino si el proceso de trabajar para lograrlo es significativo para ti.

Trata de alinear tus actividades diarias con el significado y el propósito a largo plazo de tu vida. 

Dedicar tiempo para el ocio y/o tiempo libre

Llevar a cabo actividades que más nos gustan, como estar  con nuestros amigos o ver a los integrantes de la familia, ¡es un motivo de alegría! 

Así como puede ser practicar un deporte, pintar, leer, hacer o escuchar música. 

Estudios sobre el ocio y el tiempo libre  evidencian la importancia de la relación el uso del  tiempo libre y la alegría. No sólo nos beneficiamos de las actividades que hacemos en el tiempo libre, sino que también disfrutamos planificándolas. En el caso de la planificación de actividades, ¡este sentimiento de satisfacción a veces dura incluso varias semanas! 

Dormir lo suficiente

La salud es alegría, así, dormir bien contribuye en gran medida a nuestro bienestar. Sin embargo, tendemos a reducir demasiado nuestras horas de descanso y la falta de sueño genera mal humor  e  irritabilidad, así como otras enfermedades. ¡Son muchas las razones para optimizar nuestras noches!

Hacer actividad física

La actividad física actúa sobre el cuerpo luchando contra el estrés o mejorando nuestro bienestar físico y emocional. ¡Da sensación de satisfacción! Y para ello, tienes que encontrar el deporte que más te guste.  Cada vez que practicamos deporte: correr, ir al gimnasio o andar en bicicleta, segregamos  sustancias químicas llamadas  endorfinas que ejercen de neurotransmisores y son las encargadas de hacer sentirnos bien con nosotros mismos mientras y después de nuestra rutina de entrenamiento. 

Estar en contacto con la naturaleza y al aire libre

A la menor oportunidad, intenta  respirar aire fresco y mantenerte en contacto con la naturaleza. Caminar al aire libre fortalece los músculos y aumenta la resistencia del sistema inmunológico. Los paisajes, el ruido del entorno, la variedad del terreno… ¡Todos estos elementos contribuyen a estimular el cerebro y la creatividad! En un mundo que va cada vez más rápido, y en el que corremos constantemente, saber  salir fuera y parar en lugares naturales y dotados de recursos sigue siendo esencial para encontrarnos.

Bibliografía

Alarcón, R., & Morales de Isasi, C. (2012). Relaciones entre gratitud y variables de personalidad. Acta de investigación psicológica, 2(2), 699-712.

Carbelo, B., & Jáuregui, E. (2006). Emociones positivas: humor positivo. Papeles del psicólogo, 27(1), 18-30. Disponible en:   https://www.redalyc.org/pdf/778/77827104.pdf

Ramírez, T. C. (2011). El concepto de gratitud desde una perspectiva psicológica. REVISTA DE PSICOLOGÍA/Journal of Psychology, 13(1), 105-112.

Tajer, C. D. (2012). Alegría del corazón. Emociones positivas y salud cardiovascular. Revista argentina de Cardiología, 80(4), 325-332. Disponible:https://www.redalyc.org/pdf/3053/305326269016.pdf

Valderrama, B. (2015). Emociones: una taxonomía para el Desarrollo Emocional. ARANDU UTIC, 2(1), 13-28. Disponible:  https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7336140

Publicado por Lia Moreira

Terapeuta especialista den vínculos

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